Izquierda Republicana, una vez más, se ve en la obligación de informar a la
opinión pública sobre la falsedad de ciertos comentarios aparecidos en algún
medio de comunicación, en relación a que vaya a reintegrarse o fusionarse con
Izquierda Unida.
Es este un paso que IR en absoluto se está planteando en estos momentos, pues está inmersa en un trabajo de plena autonomía política, aunque esto no excluye de ninguna manera posibles coaliciones electorales en aras de lograr el avance de las políticas radicalmente de izquierdas en nuestro país, en el futuro próximo, y siempre que su militancia así lo decida democráticamente, en los preceptivos referendos internos sobre nuestra política de alianzas.
Sí es cierto que un grupo de ex militantes del partido, varios de ellos expulsados por faltas graves, intentan, con una pavorosa falta de virtud pública que se le debe requerir a toda persona que proclama ser republicana, usurpar las siglas de este viejo partido que sigue, sin embargo, renovando continuamente su savia y no ceja en presentar a la sociedad alternativas políticas y económicas dignas de tal nombre, comenzando por reclamar una república de izquierdas sin sombra de neoliberalismo o nostalgia algunos.
Estas personas que siguen intentando detentar ilegítimamente nuestro nombre tienen todavía pendiente dar cuenta pública de lo que han hecho con el patrimonio incautado a IR por la dictadura franquista y devuelto hace ocho años por el Estado, pues jamás han revelado documentalmente adonde ha ido a parar ese patrimonio, de 512 millones de las antiguas pesetas. Igualmente sigue abierta la vía penal judicial contra ellos por falsificación documental, ya que el archivado de las diligencias previas está recurrido ante la Audiencia Provincial de Madrid, que ya estimó indicios de delito y ordenó el inicio de esas diligencias; dicho recurso está a la espera de resolución, y, por tanto, en absoluto se ha cerrado.
No hace mucho han celebrado, según algunos rumores, una reunión a la que parecería que han llamado "congreso extraordinario", otro más en muy poco tiempo, de manera que esas reuniones ilegítimas ya no son extraordinarias en ningún sentido, sino su ordinaria manera de medrar en la encenagada política española.
Esta gente acude religiosamente a las asambleas de refundación de Izquierda Unida, sin mayor análisis, cuando IU, interesada en acoger y deglutir, tal como ya hizo en su momento con IR -motivo por el que salió de IU en 2002- a todas las fuerzas que quieran entrar en su abrazo del oso, les recibe condescendientemente sin preguntarles por sus antecedentes, penales o no, en la fe de que la izquierda es una simple suma de adjetivos y nombres, sin explicar qué acomodo tendrá cada cual en su estructura, aparentemente libre de sus viejos tics y contradicciones, que proyecta presentar al electorado de casi toda España. Casi, pues en los próximos comicios autonómicos catalanes, esa refundación todavía estará en pañales ideológicos y organizativos, pues no está previsto su debut hasta 2012.
Por último, Izquierda Republicana una vez más expresa públicamente que abre sus brazos a toda aquella persona republicana, radical de izquierdas -como las que militan en otros países europeos-, que crea en la máxima horizontalidad democrática interna posible, y que tenga la virtud cívica típica del republicanismo, es decir, honradez en la vida pública y privada como militante y como miembro de un partido político. Los recibimos con alegría fraternal para movilizarnos por otra sociedad, por otro país, que no sólo es posible, sino exigible.
Secretaría de Comunicación de Izquierda Republicana
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