En
estos días se nos brinda la oportunidad de contemplar un dantesco espectáculo
judicial, en ese circo en el que se ha convertido el Tribunal Supremo, viendo
cómo se enjuicia al protagonista, Baltasar Garzón, por declararse competente
para investigar crímenes de lesa humanidad.
Y
es que el evento es todo un escarnio a la justicia. Esta farsa que se está llevando a cabo no es
pequeña, atendiendo a los hechos: las personas desaparecidas por la represión
franquista desde el levantamiento armado contra la II República se cifran en
unas 113000, de las cuales la mayoría morirían asesinados en las tapias de los
cementerios o en las cunetas, donde posiblemente seguirán olvidados sus huesos.
En las últimas décadas, el estado español ha firmado una larga retahíla de convenios
y acuerdos internacionales que le comprometen a investigar los casos de ‘deportaciones, tortura, persecución y
desapariciones forzadas’. La lógica del derecho lleva a pensar que esta
investigación debería tener lugar, como ya ha ocurrido en Chile, Argentina o
Brasil con asesinatos en masa similares… pero aquí eso no está pasando.
Aquí
nos topamos con una de las trampas de la ejemplar
transición: la Ley de Amnistía de 1977. Esta ley, que en aquel momento se creyó
que amparaba a los presos por motivos políticos, ahora, vista con al
perspectiva que dan los años pasados desde entonces, se revela como la coartada
que esgrimen las élites de la dictadura para conseguir la impunidad de sus crímenes
durante sus años en el poder. La amnistía ha significado impunidad para el
franquismo. Han blindado los crímenes de la camarilla de Franco para una investigación,
que no ya una condena, de delitos como genocidio, crímenes contra la humanidad
que no caducan ni son amnistiables en ningún caso. A Franco, incluso en
democracia, se le está colocando por encima de los derechos humanos.
No
es un asunto menor el por qué se quieren tapar las vergüenzas del régimen de
Franco. La legitimidad del sistema vigente radica en sostener la idea de que la
transición fue un proceso ejemplar; con la salvedad de que esta afirmación es desmentida
ampliamente en el extranjero, donde el rendir cuentas a la justicia por parte
de los capitostes de una dictadura es un asunto innegociable. Si una causa
judicial es capaz de cuestionar y anular una de las leyes fundamentales de este
proceso, se pondría en tela de juicio a la transición entera, pues sería la
demostración de que aquello no se hizo correctamente, y esto llevaría a muchas
preguntas interesantes sobre nuestro pasado y nuestro presente: ¿Por qué se
toleró durante tantos años esta situación? ¿Quiénes fueron los beneficiarios de
la impunidad? ¿Por qué la corona, que capitaneó la transición, amparó esta
infamia? ¿Quiénes han estado interesados en sostener esta mentira, y por qué?
No
somos pocos los que consideramos que es de justicia absolver al juez Garzón de
esos cargos absurdos, para que pueda continuar con la instrucción de la causa
de los crímenes del franquismo y para que cualquier juez en el ámbito de su
competencia pueda investigar lo que sucediera en ese periodo con absoluta
libertad. Y si ello requiere anular la Amnistía de 1977, que se anule, como se
anularon las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, ya que no sería
admisible que en una democracia una ley pudiera bloquear una investigación
sobre derechos humanos. A no ser que este sistema sea la fachada que envuelva
unos poderes que tengan poco de democráticos.
Por
ello hay que denunciar el ultraje a todas las víctimas del franquismo y a sus
familiares que supone este juicio político, realizado para evitar que se
investigue el franquismo y los crímenes contra la humanidad que se cometieron
durante este periodo. Es un juicio contra todos los que denunciamos que la
Transición no fue ni mucho menos ejemplar y que en ella se apuntaló la
impunidad de los criminales franquistas. Un juicio contra los que nos negamos a
aceptar este régimen en el que se rinden tributos a un ministro de la dictadura
y se persigue a un juez por querer investigar los crímenes del fascismo.
Luis Iglesias (@sexmero)
PRE-IR Tarragona
2 comentarios:
Si sou un partit o agrupació que es compromet a donar suport no només a Catalunya, sinó al conujunt d'Espanya, amb Catalunya inclosa, ja teniu algú més que és afí a les vostres idees.
Doncs Kevin, benvingut a bord! :)
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